lunes, 29 de noviembre de 2010

Si te duele la manita... ¡ Pídele a Santa Tirita ¡

Esta vez, voy a compartir entrada con los 2 blogs porque este libro escrito por Philippe Lechermeier y editado por Edelvives bien lo vale. "Diario Secreto de Pulgarcito" lo ví por primera vez el sábado pasado en Arts. Cuando fuí a por los sujetalibros curioseé los libros que tienen encima de una mesa y mis ojos se fueron directos a él. Luego me fijé que, también, Edelvives ha editado un calendario, libretitas, pegatitas, tarjetas, bolis y demás material en torno al mismo. Ese sábado no lo compré pero sí éste. Me llevé un pequeño susto al no verlo pero lo habían escondido. Me fuí a casa más contenta que unas castañuelas con mi libro de Pulgarcito.

Bueno, puede qué penséis ¿ cómo puede reaccionar así ante un libro para niños? Pues bien, por muchas cosas. Además, no es el típico cuento para niños en exclusiva sino que es una historia perfectamente legible por adultos sobre todo si quieres dibujar una amplia sonrisa pues las ocurrencias de Pulgarcito son memorables.

Básicamente, lo que narra el libro es la historia clásica de Pulgarcito pero en forma de diario. Un diario que, Pulgarcito, va escribiendo y a través del cuál va contándonos su historia y la de sus 6 hermanos. Este diario, y es una de las cosas más graciosas del libro, va encabezado con una especie de refrán a cuál de todos más recurrente. Un ejemplo:

" Jueves: San Masmedá. El que ni tiene pan, ni se queja cuando le entran a robar"  o " viernes: Santo Sarmiento, ¡ que me lleve el diablo si miento ¡ "

Pues bien, Pulgarcito vive en el bosque con su padre, sus 6 hermanos ( Bernabé, Baltasar, Beltrán, Besarión al que todo el mundo llama "Besarión cara de salchichón",  y los gemelos Blas y Basilio. Junto con ellos vive su  y madrastra. Una mujer malvada llamada Popeta, fea y arísca como todas las madrastras de cuentos. Tanto Pulgarcito como sus hermanos y la gente del pueblo lo están pasando mal porque están atravezando una época de crisis. No hay nada, o casi nada para comer, lo cuál ha obligado a cerrar el colegio. En su casa, Popeta cocina cada día una sopa de piedras diferente.

Ante tal situación. Popeta convence al padre de Pulgarcito que abandone a sus hijos en el bosque. Él lo hace, pero no sabe que Pulgarcito lo ha escuchado todo e irá tirando las piedrecitas blancas de la sopa para encontrar el camino de vuelta. Como una especie de héroe, ha conseguido que sus hermanos acepten sus condiciones. Una vez en casa, la estancia no será muy agradable. Popeta tramará un nuevo abandono que esta vez si se cumple puesto que, Pulgarcito, sólo puede ir echando migas de pan y no piedras. Los pajaritos se las comen y ellos se quedan perdidos en el bosque hasta que llegan a una extraña posada.

Todos sabemos cómo acaba el cuento así que no lo voy a contar. Todo el relato está escrito de una forma muy humorística y atractiva. Se nota que se quiere captar la atención del lector más pequeño. El texto va acompañado por ilustraciones chulísimas de Rebecca Dautremer. Mezcla los tonos cálidos con los más fríos así como dibujos más humorísticos. Todo ello envuelto en una sensibilidad muy especial y buena. El rostro de Pulgarcito ( como podéis ver en la imagen) es bellísimo y despierta una gran ternura al tiempo que adivinas lo " picaruelo" que era, cómo se las ingeniaba para que todo le saliese bien.

El texto que va escribiendo es buenísimo. Mientras lo lees te das cuenta de que estás leyendo un texto escrito por un niño de unos 9 ó 10 años. El autor ha sabido ponerse en la piel de este niño y ello le da una mayor autenticidad y credibilidad.

Ahora que la Navidad ya está llamando a las puertas, si aún no sabéis que regalo hacer o pedir tanto a Santa Clavos como a sus Majestades de Oriente, este Pulgarcito es una buenísima opcion. Recomiendo leerla también a los adultos, participar con los más pequeños de su lectura, ello no sólo la hace más divertida sino interesante.

Es un libro sensacional

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Adivina, Adivinanza....








                                            " Sábana blanca, hilo no,
                                                tierra cubre, que agua no."



¿ Qué es?  La respuesta está en un libro de Adivinanzas que han donado para la Biblioteca. Un libro destinado a los niños para que no sólo se diviertan al tiempo que lo leen sino, también, para que aprendan.

En la Biblioteca hay una buena colección de libros de Adivinzanzas tanto para mayores como para pequeños.

Este que nos han donado hoy,  fue editado por Susaeta. Las adivinanzas que contiene son muy facilitas y se adivinan rápidamente con tan sólo mirar la ilustración que las acompaña. Unos dibujos realizados por Juan López Ramón, con un estilo ( en alguno de ellos) un poco parecido al de Purita Campos.

Me gustan las adivinanzas, jugar con ellas. Con ellas, los más pequeños comparten momentos de lectura tanto con los mayores como con sus amigos.


                    " Lámpara de luz verde,
                       que por la noche se enciende"





                                  

martes, 16 de noviembre de 2010

Arroz, agua y maíz de Beatriz Piñán y Elena Fernández







Hay momentos en los que agradezco enormemente tener el trabajo que desempeño. Momentos, también, en los que me siento de nuevo una niña y noto como brillan mis ojos ante muchas cosas, especialmente ante un libro bello. Nunca he entendido por qué hay sectores del mundo de la cultura que miran un poco por encima del hombro a todo ello que sigifique y sea Literatura Infantil y Juvenil. No entiendo por qué se le considera una especie de género menor cuando no lo es. Para mí, es tan ( o quizá en el fondo ) más importante que la Literatura destinada a los adultos. ¿Por qué? Pues porque de un buen libro infantil depende muchas veces, que ese niño y esa niña se conviertan en futuros lectores y descubran lo que se siente al leer, que vivan una aventura que les lleve a coger más libros, a devorarlos.

Afortunadamente, la Literatura Infantil cuenta con un catálogo de libros a cuál de todos más bellos. Las editoriales del sector trabajan y se nota que no cesan en su empeño de captar lectores. Pintar- Pintar es una de ellas. Esta editorial asturiana, no edita libros que son bellos tanto en forma como en contenido. De ella, en la Biblioteca, tengo un par de cuentos entre los que destaco su "Besos" que se ha convertido en todo un best- seller de lo cuál me alegro.

Pues bien, Pintar y Pintar hace poco que ha sacado al mercado otra maravilla. Ésta que os estoy presentando: "Arroz, agua y maíz"   Un poemario un tanto especial.

El libro, a través de Berta Piñán, recopila una serie de poesías escritas por ella pero a las que les da una voz especial: la de  unos poetas muy particulares; niños y niñas de entre 5 y 12 años. Niños de todas partes del Mundo: de España, Sudáfrica, Guatemala, México, Irak, Japón, Sierra Leona.... Sus poemas son sencillos en la forma pero con un contenido muy impactante.  Están tan bien escritos que, si lees el libro sin leer el Epílogo, te da la sensación de que cada uno de estos poemas ha sido escrito por un niño. Eso me ha pasado a mí. De no ser por " el toque" que me ha dado la editorial, hubiese mantenido mi idea de que Berta ha sido el canal a través del cuál se han expresado cada uno de estos pequeños poetas. Los ha escrito un adulto pero... ¡ tienen tanta inocencia en ellos que la primera lectura incita a pensar, y a asegurar, que han sido escritos por niños ¡ Ello hace aún más especial este libro.


Y esta belleza se ve reforzada gracias a las ilustraciones de Elena Fernández. Siempre he defendido que una buena ilustración es básica en un libro infantil. Muchas veces, los niños rechazan leer un libro porque sus ilustraciones son tristes o feas. No es el caso de Elena. ¡ Qué maravilla ¡ Gracias a sus dibujos, los poemas se llenan de color y, al leerlos los niños, pueden entenderlos mejor.

Pintar y Pintar ha tenido mucho gusto a la hora de editarlo. Tiene un cierto aire retro que aún lo hace más elegante. No me extraña nada que haya sido galardonado con el Premio de Literatura Infantil y Juvenil María Josefa Canellada 2008 y con el Diploma de Premios Visual de Diseño Editorial 2009 puesto que el libro lo vale.


Me es difícil escoger un poema para que sirva de ejemplo a mis palabras, pero voy a poneros uno que ha escrito con la voz de una niña que vive en La  Antigua, Guatemala. Se llama Andrea y tiene 6 años:



                                       "Dadme un dátil y atravesaré las ciénagas,

                                        dadme una lámpara y no temeré las fieras,

                                       dadme un libro y saciaré allí mi sed."

Bellísimo.  Un poemita con muchas lecturas y con ese toque infantil, pero no infantil en un sentido peyorativo sino de inocencia, de pureza, de esperanza. Son poemas que te incitan a pensar y que dibujan una amplia sonrisa en tu rostro. A mí me gusta mucho la poesía, especialmente la escrita para niños así que no encuentro nada negativo en este "Arroz, agua y maíz".

"" Arroz, agua y maíz" no sólo abre las puertas de la lectura a los niños sino que, también, les introduce en el mágico mundo de la poesía. Por todo ello, es altamente recomendable no sólo para los más pequeños de la casa sino también  para los mayores. Es de esos libros que invitan a leerlos en voz alta y a compartirlos. 

Dentro de nada llega la Navidad, así que este es un buen regalo para pedirle tanto a los Reyes Magos como a Santa Clavos. Es más, pese a estar dirigido a los niños no es un mal regalo, tampoco, para los adultos.