sábado, 23 de octubre de 2010

El Hada de la Suerte de Cornelia Funke







No hay nada mejor que celebrar el " Día de la Biblioteca" que cogiendo un libro y leerlo. En la Biblioteca de El Perelló hay un buen surtido tanto para mayores como para más pequeños albergados en las estanterías de Nemo. Entre estos últimos hay uno muy divertido protagonizado por un niño llamado Lucas Piernilargo y un hada un tanto especial: Pistacha.

La autora de esta divertida historia es la escritora alemana Cornelia Funke, la autora de la serie "Corazón de tinta". ¿Y qué les sucede a Lucas y a Pistacha?

Lucas Piernilargo, es un niño un tanto especial. Siempre está de malhumor y protesta por todo, hagan lo que le hagan para contentarlo nunca lo consiguen los demás porque jamás está satisfecho. Esto hace que siempre esté enfadado y triste. Tiene un genio tan especial que, ni siquiera, le gusta el cacao que su mamá le prepara cada mañana. Desde luego, así no puede seguir por lo que un día se le aparece un ser muy especial: Pistacha.

Pistacha es un hada. Pero no es un hada cualquiera.  Ella es el hada de la suerte, y va a intentar que Lucas cambie de actitud; para ello empleará su mágia: unos polvos y unas clases de "como ser feliz". Pistacha enseñará a Lucas a apreciar las cosas que le rodean, todas por muy pequeñas e insignificantes que parezcan. Le hará ver que no tiene razón para comportarse así, que debe ser más alegre. Le enseñará cómo los colores nos influyen, le hará cambiar el gris que le rodea por amarillos, rojos, naranjas, verdes.... Todo aquello que haga que sea feliz.

¿Lo logrará? Pues hay que leerlo para saberlo. Este cuento está dirigido a los más pequeños. La ilustración destaca sobre el texto. Aunque es un cuento infantil lo cierto es que el mensaje que trasmite es para todos puesto que, todos nosotros, buscamos ser felices. Los consejos que Pistacha le da a Lucas son perfectamente aplicables a los adultos. No hay que estar siempre refunfuñando y protestando, debemos aprender a valorar todo lo que nos rodea por muy pequeño o "sin importancia" que nos parezca; en este sentido los orientales tienen mucha suerte. Hace unos años, leí una entrevista con un monje budista vietnamita, él decía que los occidentales jamás seríamos felices porque nunca nos conformamos con lo que tenemos, que siempre ansiamos tener más y más, que vivímos obsesionados por ello y creo que tiene razón.  

Así que tenemos que hacerle caso a Pistacha y empezar a cambiar el "chip", dejar que el gris pase y deje paso a los colores, a la alegria y a la sonrisa.

Por todo ello, este cuento de Cornelia Funke es altamente recomendable y está en la Biblioteca de El Perelló con ganas de que más niños lo disfruten y se contagien de la felicidad que Pistacha le dió a Lucas.


   




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